miércoles, 4 de mayo de 2011

Tomillo

Es una planta perenne, de tallo leñoso, de escasa altura, que viven en suelos pobres y pedregosos de regiones secas. Sus hojas son diminutas y poseen esencias aromáticas.

Se usa frecuentemente para dar sabor a las carnes, sopas y guisos.  Debe de añadirse al guisado en sus inicios para que sus aceites tengan tiempo de impregnarse.

Florece en el mes de mayo y continúa floreciendo todo el verano en algunas localidades; se recolectan los tallos floridos en plena floración y se ponen a secar a la sombra a no más de 35 °C. Una vez seca se conserva en recipientes cerrados y a ser posible sin mezclarla con otras plantas. Puede tener una segunda floración en octubre.

Lo cortes de tomillo destinado a secado y conservación es preferible efectuarlo en plena floración, aunque también suelen hacerse durante el resto del período vegetativo, hasta finales de noviembre.

Le gustan los climas templados, cálidos y secos y de montaña, resiste bien las heladas, pero no soporta el exceso de humedad ambiental. Prefiere los suelos ricos de aluvión y calcáreos, pero se adapta bien a los arcillosos, a los ligeros e incluso a los silicios, a condición que esté bien expuesto al sol
Es fácil de reproducir por semilla, por lo que podemos sembrarlo en macetas e abril a mayo (o incluso después). Cuando las plantitas tengan más de 10cm podremos transplantarlas a su lugar definitivo. La mejor época es desde noviembre hasta abril.

Los antiguos egipcios utilizaban esta hierba en los embalsamamientos. Los griegos la utilizaban en sus baños y la quemaban como incienso en sus templos. Se cree que su extensión por toda Europa se debe a los romanos y el uso que de él hacían para purificar sus viviendas.

En la Edad Media, las mujeres frecuentemente daban a sus caballeros y a los guerreros regalos en los que incluían hojas de tomillo, ya que creían que con esto aumentaban el coraje del portador. El tomillo también se usaba como incienso en los funerales y se ponía también en el ataúd con lo que suponían asegurar un buen tránsito a la próxima vida.

Tiene propiedades antisépticas, cicatrizantes, estimulantes, antiespasmódicas, coleréticas, diaforéticas, balsámicas, antioxidantes y desinfectantes y se puede usar como vermífugo, para eliminar las lombrices intestinales de los niños.

Una infusión de tomillo con el jugo de  medio limón y una cuchara de miel es una muy buena infusión anticatarral, que alivia la irritación de faringe; las infusiones también son uno de los remedios más populares de las infecciones bucofaríngeas.

El aceite esencial de tomillo es estimulante, expectorante, eupéptico, colerético, antiséptico, antiviral, antifúngico y antihelmético.